Honrar a tu niña interior.

Desde hace un par de años, he estado en constante trabajo personal para conocerme mejor y entender el por qué de mis creencias, mecanismos de defensa, y en general sobre mí.

En este proceso de autoconocimiento, he aprendido mucho de mí, de mi familia, de las personas con las que inconsciente o conscientemente elijo relacionarme y ha sido un viaje complejo pero asombroso, en donde algunas veces me ha incomodado mucho volver atrás, pero gracias a ese trabajo, he podido liberarme de muchas cosas de las cuales ahora soy más consciente del por qué fueron así.

Mirar hacia dentro y escuchar a la Viri pequeña de 6 años, ha sido una oportunidad hermosa para abrazar a esa niña que todas llevamos dentro, esa niña que quizá, en su momento, no sabía muy bien lo que sentía, o al menos no era consciente de lo que hoy como adulta si.

Uno de los proyectos mas retadores como adulta, ha sido darle vida a Margo, pero al mismo tiempo, ha sido el viaje más bonito porque puedo decir que trabajo todos los días para lograr crear la marca que visualizo y lo disfruto mucho ( claro, mientras mis pensamientos de autosabotaje no se interpongan ).

Emprender conlleva muchas cosas, mucha dedicación, ganas, amor por lo que haces y trabajo de TODOS los días y si, también hablo del trabajo mental para no darte por vencida en los momentos difíciles donde te equivocas o las cosas no salen como esperabas.

Hoy, a mis 29 años, te puedo decir que muchas veces no sé lo que estoy haciendo y muchas más, dudo de que pueda lograr todo lo que sueño, pero eso no quita mis ganas de intentarlo y trabajarlo.

Este año, en el que cumplo 30 años, he decidido verlo como un renacer como persona, el mudarme otra vez a Puebla después de vivir 2 años con mi familia, ha sido volver a enfrentarme a vivir completamente sola y ser más responsable como adulta en todos los aspectos.
Puedo decir, que se ha sentido como una oportunidad después de Otis, una oportunidad que me dio la vida, el Universo, Dios o como quieras llamarlo, de re direccionar mi camino, sentarme en total silencio y preguntarme ¿Qué quiero?, ¿Quién soy?, ¿Desde dónde me muevo?, ¿Por qué hago lo que hago?, entre muchas más preguntas.

Entre todas esas preguntas, le he pedido a mis guías tener la apertura para ver las respuestas que se me presentan y en este tiempo sola darme cuenta de qué cosas quiero integrar tanto para mí como para mi marca y qué otras quiero soltar.

Desde niña, los vestidos han sido una prenda que amo, es por eso que después de 4 años de crear Mvrgo, parte de una tarea con mi Psicóloga era crear o hacer algo que le gustara a la Viri de 6 años.
El vestido Valentina ha sido el primer encuentro como diseñadora con esa pequeña, esa niña que tanto amaba los vestidos, las diademas, ponerse los zapatos de mamá y jugar sola en el espejo.

Desde que decidí empezar a diseñar vestidos para la marca, supe que quería reflejar mi esencia mas pura en estas piezas, quería enamorarme del proceso, del vestido y poder transmitirles el amor a mi trabajo en una prenda.

Espero que en este camino de emprendimiento, no se me olvide seguir conectando con mi niña interior y hacerla feliz con cosas que haga en este momento, desde nuevas formas de hacer contenido, diseños para la marca, actividades fuera del trabajo, etc... y así, ser la adulta plena sin juicios que vive y se divierte haciendo lo que le gusta.

Como dice mi talentosísima Silvana Estrada:

"Quiero ver la vida una vez más,
con ojos de niña
que se asombra frente al mar"

Gracias por leerme, por consumir mi marca y por llevar un pedacito de mí en cada compra.

Con cariño
VB.